jueves, 19 de diciembre de 2013
lugares de ayuda
Estos son algunas paginas de ayuda y orientación para toda chica de cualquier edad te servirán si es que estas pasando por esta situación o si algún conocido pasa por su mente abortar estos sitos de ayuda pueden ayudarla y tu también ayuda la y orientala a que no lo haga.
HISPANICSFORLIFE.COM
VIDAHUMANA.ORG
PROLIFE.COM
FUNCIONES DE MATERIAL
DIDÁCTICO
INTRODUCTOR: aquel material que introduzca al alumno sobre el tema a tratar proporcionando las ideas iniciales sobre un aprendizaje, se utiliza cuando el alumno no tiene idea sobre el tema.
MOTIVADOR: buscar el material que motive que el alumno quiera seguir aprendiendo.
DEMOSTRACION: que el alumno realice un trabajo para demostrar su conocimiento.
FACILITADOR: material que busca que el alumno identifique el tema y le sea fácil entenderlo.
MEDIOS EDUCATIVOS
TECNOLÓGICOS
MATERIALES AUDIOVISUALES: emplean imágenes y sonidos para presentar contenidos como película documentos vídeos proyectores.
MATERIALES PARA ORGANIZAR Y REPASAR INFORMACIÓN: esquemas conceptuales, resúmenes, cuadros sinopticos, lineas del tempo, mapas conceptuales, ensayos, etc.
SECUENCIA DIDÁCTICA
8:00-8:15 breve explicación
del tema
8:15-8:20 pre-test
8:20-9:00 presentación en
diapositivas y vídeos
9:00-9:30 pos-test
9:30-10:15 revision de
actividad
10:15-10:30 retroalimentacion
del tema.
10:30-11:00 aclaración de
dudas
aquí señalamos el tiempo de las actividades de clase que se harán con el tema que se esta hablando.



violacion
Dejar atrás una pesadilla, encontrarse con un problema. VIOLACIÓN
Cuando tenía 18 años, Patricia acudió a una fiesta y cuando comenzó a sentirse mal, en seguida sospechó que la bebida podía estar drogada. Uno de los chicos se ofreció a llevarla a su casa. Ella, mareada y confundida, aceptó. Y entonces comenzó su pesadilla: «En el momento en el que me di cuenta de que ese chico iba a violarme, me sentí totalmente aterrorizada. Recuerdo que lloré y recé durante todo aquel calvario». Patricia volvió en sí justo a tiempo para darse cuenta de que iba a ser violada por segunda vez.
La pesadilla que sufrió se alargó e intensificó por las acusaciones de sus amigas y la vergüenza de su familia. Dos meses después, una amiga la llevó hasta el Centro de Planificación Familiar: «Simplemente estar allí era humillante. Era tan impersonal y tan frío...», relata. «Dos “asesoras” me informaron de que el test había dado positivo, y entonces les conté que había sido violada». Ellas, sin perder un instante, le presentaron un panorama bastante disuasorio: «O continuar con el embarazo y enfrentarse a las tremendas cargas de criar a un hijo sola, a los 18 años, añadido al estigma de cargar con el hijo de un violador, y que posiblemente tenga severas discapacidades, o pasar por una intervención médica, segura y sin dolor» que le permitiría «dejar atrás la pesadilla de la violación». Patricia aceptó abortar y dos días después estaba llorando en una silla ginecológica, mientras se sentía casi tan humillada como en la agresión sexual. «En mi opinión, el aborto sólo agrava el trauma y el dolor de una violación», reflexiona quince años después.
Cuando tenía 18 años, Patricia acudió a una fiesta y cuando comenzó a sentirse mal, en seguida sospechó que la bebida podía estar drogada. Uno de los chicos se ofreció a llevarla a su casa. Ella, mareada y confundida, aceptó. Y entonces comenzó su pesadilla: «En el momento en el que me di cuenta de que ese chico iba a violarme, me sentí totalmente aterrorizada. Recuerdo que lloré y recé durante todo aquel calvario». Patricia volvió en sí justo a tiempo para darse cuenta de que iba a ser violada por segunda vez.
La pesadilla que sufrió se alargó e intensificó por las acusaciones de sus amigas y la vergüenza de su familia. Dos meses después, una amiga la llevó hasta el Centro de Planificación Familiar: «Simplemente estar allí era humillante. Era tan impersonal y tan frío...», relata. «Dos “asesoras” me informaron de que el test había dado positivo, y entonces les conté que había sido violada». Ellas, sin perder un instante, le presentaron un panorama bastante disuasorio: «O continuar con el embarazo y enfrentarse a las tremendas cargas de criar a un hijo sola, a los 18 años, añadido al estigma de cargar con el hijo de un violador, y que posiblemente tenga severas discapacidades, o pasar por una intervención médica, segura y sin dolor» que le permitiría «dejar atrás la pesadilla de la violación». Patricia aceptó abortar y dos días después estaba llorando en una silla ginecológica, mientras se sentía casi tan humillada como en la agresión sexual. «En mi opinión, el aborto sólo agrava el trauma y el dolor de una violación», reflexiona quince años después.
Aborto por Dilatación y curetaje (D y C)
Este bebé fue destrozado con un afilado cuchillo
curvo (cureta) mientras se encontraba en el vientre materno. La enfermera debe
juntar todas las partes del cuerpo para asegurar que ha sido extraído
totalmente o podría sobrevenir una grave infección uterina.
Este método abortivo se utiliza a finales del primer trimestre o principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por succión. Es similar a este último método, pero en vez de despedazar al bebé por aspiración, se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Luego se sacan éstos pedazos con la ayuda de fórceps. Este procedimiento tiene más riesgos para la mujer que el método de succión. *

Aborto por La dilatación y evacuación (D y E)

Este procedimiento es muy común en
EEUU en el segundo trimestre del embarazo (entre las 12 y las 20 semanas).
A continuación podrá leer un pequeño
resumen del relato del Dr. Tony Levatino, quien llevaba a cabo este tipo de
aborto.
"El primer paso es remover la
laminaria que se había colocado en la cérvix para dilatarla. Después se
introduce una cánula para remover mediante la succión, el líquido amniótico que
rodea al bebé. Se agarra lo que se pueda alcanzar del cuerpo de la criatura,
con un instrumento que es capaz de aplastar los tejidos. A las veinte semanas
de gestación, el tejido del útero materno es muy fino y suave; hay que tener
cuidado de no perforarlo. Poco tiempo después uno siente como que algo se ha
desprendido y ve salir una pequeñita pierna de alrededor de 4 ó 5 pulgadas de
largo. Al volver a agarrar con el instrumento, se saca un bracito y del mismo
modo se remueven la espina dorsal, los intestinos, el corazón, los pulmones,
etc. Lo más difícil es extraer la cabeza, que ahora flota libremente en el
útero. Se sabe en qué momento uno la agarra y el instrumento la aplasta, cuando
sale una sustancia blanca, gelatinosa. Se trata del cerebro del bebé. Ahora ya
se pueden sacar los pedazos del cráneo. Si usted está teniendo un día difícil,
como yo a menudo lo tuve, quizás vea salir una carita que parece como si le
estuviera mirando. ¡Felicitaciones! Acaba usted de practicar un aborto por
dilatación y extracción. Ha reafirmado el derecho de ella a decidir y se ha
ganado $600 en sólo 15 minutos." (Tomado de "A medical doctor
describes the dilation and evacuation procedure", Dr. Tony Levatino, M.D.,www.priestsforlife.org/resources/medical/delevatino.htm.)
Las declaraciones que aparecen a
continuación sobre el procedimiento D & E , el cual es legal en EEUU,
provienen de fuentes médicas y legales. Fueron publicadas en el website de la
organización Priests for Life en www.priestsforlife.org/resources/medical/demore.htm.
“La dilatación y evacuación, D &
E, ha llegado a ser uno de los dos métodos más frecuentes para practicar
abortos en el segundo trimestre.”(Berget et al “Second Trimester Abortion:
Perspectives After a Decade of Experience." (Aborto en el segundo
trimestre: Perspectivas después de una década de experiencia - Martinus Nijhoff
Publishers, 1981, pl 20.) (Nota: De acuerdo al Instituto Alan Guttmacher, el
12% de los abortos se practican a las 13 semanas o más tarde, mediante
cualquiera de los procedimientos de aborto, lo que significa aproximadamente
159,600 abortos por año.)
“Los abortos D & E en el segundo
trimestre se practican en pacientes externos en hospitales y clínicas…La mayor
parte de los cirujanos se valen de grandes fórceps para evacuar los productos
de la concepción.” (Berger, op cit., p.121-128.)
“Típicamente cuando un procedimiento
de aborto se ha iniciado, generalmente sabemos que el feto está todavía vivo
porque, o podemos sentir que se mueve cuando estamos tratando de agarrarlo, o
si estamos usando algún ultrasonido visual, lo sabemos cuando vemos el latido
del corazón al comenzar el procedimiento. No es raro al comenzar el procedimiento
D & E, que se agarre primero un miembro y que ese miembro se remueva a
través de la cérvix y se saque de la vagina antes de la desarticulación, y
antes de que se haya hecho algo que hubiera causado la muerte del feto.
“Cuando se está haciendo un desmembramiento
[por el método de] D & E, usualmente la última parte que se remueve es el
cráneo, el cual está flotando libremente dentro de la cavidad uterina… Es como
una bola de ping-pong flotando y el cirujano usa su fórcep para tratar de
agarrar algo que está flotando libremente y que es bastante más grande, en
relación con el fórcep que estamos usando. Por lo tanto, tipicamente hay varios
intentos fallidos para agarrarla. Finalmente en algún momento se agarra la
cabeza con los instrumentos o se agarra alguna parte de la cabeza, lo cual
permite que se comience a descomprimir.Y una vez que esto pasa, típicamente la
cabeza se saca en fragmentos más bien que en una solo pieza.”
Aborto por Histerotomía u operación cesárea
Este procedimiento se realiza durante los últimos tres meses del embarazo.
Consiste en realizar una cesárea, no con el objeto de salvar al bebé por nacer,
sino para dejarlo morir o para matarlo directamente. Como se trata de una
intervención quirúrgica mayor tiene frecuentes complicaciones.

FUENTE: Dr. Rafael Cabrera, "Trauma postaborto y
sanación" en Holocausto de inocentes (Lima, Perú: Ediciones Paulinas -
Editorial Salesiana, 1991), 24.
Carta abierta a una madre
Querida
mamá:

Perdona que te llame así, pero para
mí continuarás siendo mi madre por toda la eternidad. !Cuánto siento que no me
hayas permitido llegar a nacer! Alegaste como uno de tus motivos, que te
aquejaba una gran delibidad, debido a que tenías vómitos y tensión nerviosa.
Sin embargo, estos son síntomas comunes de los primeros meses de embarazo que
sufren muchas como tú, y los consideran sólo una pequeña inconveniencia en
comparación con la gloria y el privilegio de llegar a ser madres. Dijiste
también que te sentiste abandonada por mi padre, y por esto me abandonaste a mí
en las manos del abortero. ¿Acaso fue culpa mía haber sido creado en el
transcuro de una aventura amorosa, en la cual quizás buscabas cariño, comprensión
o compañía? Comprende que yo también necesitaba todo esto, y que sólo fuí una
víctima inocente de un momento de pasión.
Dijeron los que te aconsejaron el
aborto, que había posibilidades de que yo tuviera un defecto, y por eso yo
debía ser sacrificado antes de que pudiera nacer. ¿Me hubiera hecho ese
defecto, mamá, menos hijo tuyo o menos humano, o con menos derecho a la vida
que los demás? ¿Acaso no somos todos creados por el mismo Dios e iguales en
dignidad ante Él? ¿Es que sólo los "perfectos" o los que son deseados
por sus padres tienen ahora el derecho a nacer?
Declaraste públicamente que no
querías que te practicaran el aborto, porque pensabas que al permanecer
embarazada quizás te tendrían lástima y te permitirían quedarte en EE.UU. Uno
de los que te aconsejaba comentó que esto es una importante razón para no
desear un aborto.
Quisiera haberle podido gritar
públicamente que la razón más poderosa, la que posiblemente nadie te expuso,
era que aunque yo no había nacido todavía, era un ser humano, no un pedazo de
carne o un coágulo de sangre como dicen algunos. Mi corazón -- ese corazón que
podía haberte querido mucho -- comenzó a latir a los 21 días de concebido y mi
cerebro comenzó a funcionar a las seis semanas. Aunque sólo contaba 10 semanas
de concebido al morir, ya tenía manitas, que tanto te podían haber acariciado
-- y piecesitos, que podían haber corrido tras de ti. Mis manitas ya tenían
huellas digitales -- huellas que mostraban mi identidad y mi individualidad.
Mamá: ¡sé
que de haberme podido ver y conocer me hubieras querido! Aunque tú todavía no
sentías mis movimientos, porque era muy pequeño, yo me movía dentro de ti,
crecía y esperaba que llegara el momento de que me recibieras en tus brazos
como te recibieron a ti cuando llegaste, brazos amigos que te ayudaron.
Viniste a EE.UU. después de muchos
sacrificios, para poder disfrutar de los tres principales derechos humanos que
garantiza la Constitución de esta gran nación: el derecho a la vida, la
libertad, y la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, mamá, en tu afán de
conseguir esos derechos para ti misma, quizás te olvidaste de otorgármelos a
mí.
Sé que has dicho que hay cosas que
hay que hacerlas, refiriéndote al aborto que te aconsejaron. Ruego a Dios por
ti, para que te perdone, porque yo creo que no sabes lo que has hecho, y el día
que de veras lo sepas, quizás tu dolor y tu arrepentimiento serán muy grandes.
Ese día, cuando abras los ojos del alma, sabrás que yo como tú tenía, no sólo
un cuerpo, sino también un alma inmortal. Recuerda en ese día que Dios es
misericordioso, y que no hay falta por grave que ésta sea, que El no pueda
perdonar. Recuerda también que yo, a pesar de todo, siempre te querré y
esperaré conocerte algún día en la eternidad.
Tu hijito.
FUENTE: Magaly
Llaguno, "Carta abierta a una madre," Escoge la Vida (julio/agosto de
1994), suplemento "Caminos de Esperanza".
Aborto de nacimiento parcial

Guiado por la ecografía, el abortero sujeta la pierna del bebé con fórceps.

La pierna del bebé es sacada fuera.



carta de un bebe malogrado
Querida
mamá:

Soy tu hijo. ¿Recuerdas? Tu esposo
andaba lejos del país. No bastaron las protestas de amor que escribías y, en su
ausencia, otro hombre se involucró en tu vida. De ese romance, fuí engendrado
yo. Qué grato recuerdo guardo, mamá, de los tres meses y veintiún días que me
acunaste en tu vientre. Me sentí tan seguro...
Comprendo que no me desearas, pues
¿qué pensaría "papá" a su regreso? Había que blanquear el desliz
matando al delator, y ese era yo. Por entonces, supe de las discusiones con tu
amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas hasta que le
arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponéis precio, también a
matar a un inocente. "Qué caros son los abortos", comentaste. No
justifico tu crimen, pero te perdono.
¡Qué maldad la de aquel monstruo
vestido de blanco! ¡Qué dolor tan penetrante, cuando me punzó con aquella
enorme aguja y me despedazó! ¡Y esa maldita aspiradora que se tragó mi
cuerpecito a pedazos! También a ti te traumatizó. Conozco, mamá, tus largas noches
en vela y tus sobresaltos. Sé que me amas, pues sueñas conmigo y más de una vez
te has preguntado, con remordimiento, si soy niña o niño o qué alegrías te
hubiera traído. ¿Sabes, mami, que los niños menos apetecidos, al nacer son más
amados?
Soy varón. Me parezco más a ti que al
seductor que te engañó. ¡Cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a
Papá Dios que borre de tu mente esas pesadillas, que turban tu descanso y te
dan muerte en vida! Por eso, ¡qué alegría cuando buscaste a un sacerdote y te
reconciliaste con el Señor de la Vida! Querida mamá, quiero verte feliz.
Recuerda lo que te dijo el sacerdote al despedirte: "Hija, Dios Padre ya
ha hecho su obra de amor en ti, el tiempo irá sanando la herida, la paciencia
de Dios salva."
Mientras te estoy escribiendo, tengo
a mi lado a Antonio. Bueno, es un decir, porque mi amigo, al igual que yo, no
tiene nombre ni apellidos. También está aquí por el aborto. Su madre, muy joven
ella, fue violada en la calle, cuando regresaba a casa. Y, porque no amaba a su
violador, se deshizo del hijo a las pocas semanas de haberlo concebido. A mi
amigo le obsesiona esta pregunta: ¿por qué si mi mamá no amaba al hombre que la
violó, dejó que me mataran a mí que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera
avergonzado de ella?" No acierto a darle una respuesta convincente. Aquí,
en el Reino del Amor, sólo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no
comprendemos vuestras disquisiciones acerca del aborto por mala formación del
feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer
más hijos... Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas
letal, realizaron una masacre tan espantosa.
Con los abortos se ha desprovisto a
la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos,
pilotos, economistas, profesores, estadistas, pintores, arquitectos,
periodistas, santos y santas. A mí todos me dicen que quizás hubiera sido un
habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart.
No llores, mami. Perdónate y ámate
como Dios te ama. Olvida tu pasado.
¡Ah! se me olvidaba. Aunque me
consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan.
Haz por ellos lo que nunca pudiste hacer por mí. Te cuento que cuando bañas al
pequeño o le das de comer a mi hermanita, no sé, me entra un poquitín de
añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser amamantado
con tu leche, ser acariciado por tus manos.
Y termino pidiéndote un favor, no
para mí, sino para que a otros niños no los maten como a mí. Si conoces una chica
que busca abortar, un sujeto que monta campañas a favor del aborto, un médico
que practica abortos, cámbiales ese corazón de piedra por un corazón de carne.
Préstanos tu voz a los millones de niños sin voz y grítales a todos que tenemos
derecho a vivir y que, aunque nadie nos ame, tenemos derecho a amar. Exigimos
que nos dejen vivir para amar, es tan triste tener un corazón para nada.
Hasta que nos veamos, mamá, entonces
te enseñaré lo mucho que te quiero, te quise y te querré.
Tu niño malogrado.
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